¿Como funciona?
El chiller básicamente opera como lo indica el ciclo de Carnot: un fluido refrigerante en estado líquido, se fuerza a experimentar su evaporación debido a una baja de presión en el sector conocido como evaporador adonde además y fundamentalmente, toma calor del agua con la que indirectamente se pone en contacto. Es exactamente en ese lugar en donde se produce el enfriamiento propiamente dicho del agua.
Ahora el agua sigue camino al proceso por su circuito y el refrigerante en estado de vapor es comprimido por un compresor frigorífico obligándolo a recorrer el circuito de refrigeración. Seguido el refrigerante en estado de vapor, ingresa al condensador en donde se convierte a estado líquido liberando el calor que sustrajo en el evaporador. Para esto, en el caso de los chiller condensados por aire, el calor sale del refrigerante para pasar al aire ambiente por acción de unos ventiladores que fuerzan al aire a intercambiar con el refrigerante.
En resumen, en el evaporador, el agua pierde calor, mientras que el refrigerante absorbe el calor del agua, en la medida exacta . Después, en el condensador, el refrigerante vuelve al estado líquido cediéndole calor al aire (que eleva su temperatura). Esta liberación de calor, al efectuarse en un lugar distinto al original (enfriamiento del agua), consigue un efecto neto de “movimiento de calor” del proceso al ambiente.